La Biblioteca Estelar

jueves, 31 de mayo de 2012

Qué Recomiendo: Poemas por Nuria Rodríguez

Agradecemos mucho a Nuria Rodríguez esta aportación, son poemas muy interesantes y cargados de emoción, esperemos les guste tanto como nos gustó a nosotros:

Bórrame con tus besos cada verso tatuado en mi piel,
versos que lloran tu ausencia con lágrimas de sueños.
Besos con exilio forzado del recuerdo de tu ayer,
que derramaban nuevas estrellas en el firmamento;
firmamento, fragua de cupido inspirador,
que bebe la ambrosía de tu noche escanciada sobre el elixir de la atracción
y consumida a la velocidad del derroche.
Arañas con mis suspiros el poco pudor que me quedaba,
anhelando que fueran huracanes de caricias tuyas.
Ladrón de danzas desconocidas y conjuradas
para encadenarme a días sin tu noche con sombras y dudas.

Amo esa noche misteriosa que se esconde
y brota de negros exóticos diamantes;
diamantes que dejaron brillando una tormenta perfecta
y reactivaron el marchito deseo electrizante.
A través de oscuras miradas llenas de belleza,
haces palidecer a las luces de las estrellas!
Me despojas de mis capas de fortaleza
con olas de besos blancos y caricias sinceras.
A base de sonrisas esporádicas haces resplandecer
en el aire, átomos de fulgor de perlas,
que en mi adiós a ti, entre llamas, haces perecer.
Con tu voz llueve canciones de dulce idealización;
idealización que sacude delirios escondidos tras huellas
de rayos de luna que iluminan mi imaginación.

domingo, 27 de mayo de 2012

Qué Recomiendo: 100 títulos que no debes dejar de leer.

Te dejamos nuestra lista de recomendaciones de los libros que consideramos como los 100 mejores de la historia, hicimos una revisión de algunas listas (como las realizadas por Newsweek y Le Monde), y agregamos algunas sugerencias e inclusiones realizadas por el equipo de Qué Recomiendo.  Nos gustaría saber tu opinión, coincides con la lista? qué títulos agregarías?


1) El Extranjero. Albert Camus
2) En Busca del Tiempo Perdido. Marcel Proust
3) Guerra y Paz. León Tolstoi
4) 1984. George Orwell
5) La Iliada y la Odisea. Homero
6) Ulises. James Joyce
7) La Divina Comedia. Dante
8) El Principito. Antoine de Saint-Exupery
9) Fausto. Goethe
10) 100 Años de Soledad. Gabriel García Márquez

11) Crimen y Castigo. Fiodor Dostoievski
12) El Decamerón. Giovanni Boccaccio
13) El Sonido y la Furia. William Faulkner
14) La Eneida. Virgilio
15) Un Mundo Feliz. Aldous Huxley
16) Don Quijote de la Mancha. Miguel de Cervantes Saavedra
17) La Metamorfosis. Franz Kafka
18) Así Hablaba Zaratrustra. Friederich Nietzsche
19) Lolita. Vladimir Nabokov
20) Por Quién Doblan las Campanas. Ernest Hemmingway

21) Los Tres Mosqueteros. Alejandro Dumas
22) Romeo y Julieta. William Shakespeare
23) Drácula. Bram Stoker
24) El extraño caso de Dr. Jeckyll y Mr. Hyde. Robert Louis Stevenson
25) Muerte en Venecia. Tomas Mann
26) El Capital. Karl Marx
27) Diálogos. Platón
28) El gato negro y otros relatos. Edgar Allan Poe
29) Los Misterios de París. Eugenio Sue
30) Hojas de Hierba. Walt Whitman

31) El Aleph. Jorge Luis Borges
32) El Retrato de Dorian Grey. Oscar Wilde
33) El Príncipe. Nicolás Maquiavelo
34) La Fenomenología del Espíritu. G.W.F. Hegel
35) Demián. Herman Hesse
36) Frankenstein o el moderno Prometeo. Mary W. Shelley
37) Grandes Esperanzas. Charles Dickens
38) El Inmoralista. André Gide
39) El Príncipe Idiota. Fiodor Dostoievski
40) Hamlet. William Shakespeare

41) El Cantar del Mío Cid. Anónimo
42) Ética Nicomaquea. Aristóteles
43) El Contrato Social. Jean-Jacques Rousseau
44) Crítica de la Razón Pura. Immanuel Kant
45) Humano Demasiado Humano. Friederich Nietzsche
46) El Conde de Montecristo. Alejandro Dumas
47) Orlando. Virginia Wolf
48) Moby Dick. Herman Melville
49) Esperando a Godot. Samuel Beckett
50) Justine. Marqués de Sade

51) Las aventuras de Sherlock Holmes. Sir Arthur Conan Doyle
52) La Comedia Humana. Honorato de Balzac
53) Anna Karerina. León Tolstoi
54) Madame Bovary. Gustave Flaubert
55) Una Temporada en el Infierno. Arthur Rimbaud
56) El Viejo y el Mar. Ernest Hemmingway
57) Bola de Sebo y 22 Cuentos Completos. Guy De Maupassant.
58) El Sistema de los Objetos. Jean Baudrillard
59) Las Flores del Mal. Charles Baudelaire
60) El Laberinto de la Soledad. Octavio Paz

61) A Sangre Fría. Truman Capote
62) La Montaña Mágica. Tomas Mann
63) La Nausea. Jean Paul Sartre
64) La Caída. Albert Camus
65) Pedro Páramo. Juan Rulfo
66) Rayuela. Julio Cortázar
67) De la Democracia en América. Alexis de Tocqueville
68) El Origen de las Especies. Charles Darwin
69) Leviatán. Thomas Hobbes
70) La Riqueza de las Naciones. Adam Smith

71) Mrs. Dalloway. Virginia Wolf
72) El Señor de los Anillos. J.R.R. Tolkien
73) El Muro. Jean Paul Sartre
74) La Ciudad y Los Perros. Mario Vargas Llosa
75) Lobo Estepario. Herman Hesse
76) El Castillo. Franz Kafka
77) Kim. Rudyard Kipling
78) Las Uvas de la Ira. John Steinbeck
79) El Segundo Sexo. Simone De Beauvoir
80) Otelo. William Shakespeare

81) Las aventuras de Huckleberry Finn. Mark Twain
82) La oveja negra y demás fábulas. Augusto Monterroso
83) La Gaviota. Antón Chejov
84) El Crepúsculo de los Ídolos. Friederich Nietzsche
85) Memorias de la casa de los muertos. Fiodor Dostoievski
86) Niebla. Miguel de Unamuno
87) Bodas de Sangre. Federico García Lorca
88) Macbeth. William Shakespeare
89) El Cantar de los Nibelungos. Anónimo
90) Werther. Goethe

91) El Diario de Anna Frank. Anna Frank
92) El Nombre de la Rosa. Umberto Eco
93) La Cantante Calva. Eugene Ionesco
94) Tres Ensayos sobre Teoría Sexual. Sigmund Freud
95) El Gran Gatsby. Scott Fitzgerald
96) Trópico de Cáncer. Henry Miller
97) El Asesinato de Roger Ackroyd. Agatha Christie
98) El Corazón de las Tinieblas. Joseph Conrad
99) El Grado Cero de la Escritura. Roland Bathres
100) El Teatro y su Doble. Antonin Artaud

miércoles, 16 de mayo de 2012

La nada que desaparece por El Borrego

La nada desaparece en el umbral de la puerta que se cierra, justo en la esquina de aquel viejo barrio donde todos mis amigos y enemigos convergen.  Una libélula extraviada revolotea por los rincones de esa habitación en la cual el antiguo carcelero de la severa guerra libertina, decidió posar su cuerpo en búsqueda de la nada.

Y entonces la nada, aparece, ufana y decidida, da unos pasos colosales frente al teatro "Vida y Fuerza" que está en la avenida "S", allí los asistentes de la obra contemplan las luces inmaculadas de la marquesina e inventan breves diálogos para pasar el rato.  La nada rocía de lluvia la calle y el temblor de los vehículos retumba en las alcantarillas que protegen al mundo de la inmundicia y dan un retoque grisaseo  a la lontananza urbana.

Un señor de edad fuma un cigarrillo y se tapa con su abrigo al pasar por la pasarela cotidiana, la nada se engalana de fotografías incesantes, incansables, por una ventana, chicos alegres miran sin cesar la imagen misma de la imagen, y se reflejan en ella, babeando saliva diáfana de popularidad detenida.  La nada se revuelca en la nada y todos se regocijan en su felicidad inventada.

La brevedad que valiente se postra en los anales de la humanidad, se pone de pie y sonríe a la eternidad, los fragmentos se unen como un rompecabezas celestial para dar vida a la verdad, la misma que construye la naturaleza y reta al tiempo.  La nada que desaparece en el umbral del hueco donde el agua cae hacia el centro del universo.  La libélula se encuentra de nuevo y vuela firme.  

martes, 15 de mayo de 2012

La noche que viene por El Güero

La noche que viene en silencio trae consigo un hormigueo en las piernas y en la espalda, una sensación extraña de soledad que transporta a la conciencia en un oráculo desnudo que invoca fantasmas contenidos en ruidos y acciones simples que se vuelven anormales al enfrentarse a la lógica. 

La noche que viene es obscura e irracional, cándida y llena de emociones, los sentidos se agudizan y la mente vuela en pedazos que retan las leyes de la ciencia para regresarnos al estado primitivo, donde señor y esclavo convergen para sentenciar al conocimiento a ser un niño perdido en búsqueda de la seguridad materna. 

La noche que viene nos visita de vez en vez para recordarnos que la luz nos abandona y somos pequeños retratos de sonrisas reflejadas en un espejo, partículas sempiternas de un amor aun no nacido, y eterno que nos hace fieles seductores de las palabras y graciosos adoradores de la libertad creada. 

La noche que viene nos recuerda visitar el profundo hoyo de nuestros laberintos etéreos, incorpóreos, aquellos que colectivamente alcanzamos con las largas piernas de una quimera de oro. 

La noche que viene nos muestra nuestro reflejo, el aquí y ahora, donde agrandamos nuestros ojos y perdemos la perspectivas para sanar nuestro miedo a la soledad, gritando todas sus letras para evadir la única realidad: estamos vivos y somos. 

La noche que vino se fue, y yo sigo aquí y ahora. Dulces sueños cosmonautas, dice la luna.

viernes, 11 de mayo de 2012

Qué Recomiendo: Largueza del Cuento Corto Chino

Queremos recomendarte la recopilación y traducción efectuada por José Vicente Anaya que tiene como título "Largueza del Cuento Corto Chino" de editorial Almadía.  Es un libro que aparentemente sería de una lectura ligera y sencilla, pero que dada la profundidad de sus pasajes, justamente da una sensación como la que describe el título del mismo: largueza. Citamos un cuento para que juzgues por ti mismo:

El Yo, Las Montañas, Los Ríos...

- ¿Cómo transformaríamos las montañas, los ríos y la tierra para reducirlos al Yo? - preguntó un monje a Tchang Cha.
- ¿Cómo transformaríamos al Yo para reducirlo a las montañas, los ríos y la tierra? - respondió el maestro.


Budismo Chan
(Extraído de Anaya, José Vicente. Largueza del Cuento Corto Chino. Ed. Almadía. Primera Edición, 2010. Pag. 117)

El Pensamiento Radical por El Barbón

Una vieja tarde, de aquellas en donde el espíritu se pierde y la razón se gana, un ligero personaje se sentó en medio de un lago sin agua para reflexionar sobre la vida.  Sus pensamientos eran turgentes, tanto como lo eran sus ojos regordetes.  Una estrella vagabunda, luminosa como las noches parisinas, se detuvo un momento y mirando al etéreo maese le lanzó una pregunta, "ufano camarada, ¿qué hay dentro de tu transparente mente esta tarde sempiterna?

El diáfano personaje posó su mirada sabia en la brillante esfera vagabunda y sin chistar dijo "dentro de mi transparente mente, está la gravisima pregunta que atosiga aquellos terrenos inhóspitos de la existencia, ¿seré acaso el punto más lejano entre el vacío del estómago de una ballena azul y el espacio sideral, o el éter que ahoga la habitación donde viejos lobos de mar pavonean sus ropas nuevas?

La estrellita, guardando silencio ante lo dicho, dio vueltas por el firmamento haciendo círculos que pintaban una espiral de luz que simulaban un torbellino, una vez que dejó una estela lo suficientemente durable, regresó al frente del ligero personaje, y emocionada dijo, "dentro de mi mente luminosa está la imagen de un desierto majestuoso, en el que perdidos, los pensamientos explotan a su interior, dejando solamente un hermoso silencio".

El etéreo maese, girando sus ojos casi hasta sacarlos de sus órbitas, lanzó una risa pícara, como cuando alguien hace una jocosa travesura, y exclamó: "ja! es ahora el momento en el que el buscador de tesoros, beodo de sentido, hubiera entendido que el tesoro no estaba en sus pies, sino en el propio mapa que lo dirigió al lugar deseado".

La estrella contagiada de la risa, tomó al ligero personaje y lo llevó a dar vueltas por los aires... Los vientos del sur se dirigirían al norte.


miércoles, 2 de mayo de 2012

La Biblioteca Estelar

En una noche callada y fría, una estrella fugaz pintó el firmamento con su polvo estelar, los astros del firmamento, embelesados, corearon loas alegres rompiendo el silencio; su canto era alegre y profundo, el eco de sus notas rebotaron a través de los planetas, dando vida a esferas de cristal magistrales que pronto iluminaron la vía láctea con un mágico color dorado.

La vida se regodeo ante semejante espectáculo y poco a poco dio nacimiento a la existencia, dotando de sustancia a cada célula que en el espacio habitaba.  En un santiamén diversas voces acompañaban los cánticos de los astros y las esferas doradas, turgentes, incrementaban su tamaño irradiando cada vez más de luz el universo.  El tamaño y la luz se fusionaron en un espectáculo fino y sublime, los ojos del infinito se posarían en el evento, y celoso de la brevedad absoluta del momento, hizo explotar las esferas doradas, regando su materia sobre el todo.

Aquello marcaría el inicio de un ciclo universal, uno mediante el cual, el todo inundaría las partículas del éter y la vida estallaría sobre cada instante y oportunidad en la cual pudiera emanciparse.  El reinado de la existencia se abría paso en medio de una obscuridad relativa, manchada de rayos solares incandescentes, ávida de tatuar su estado en lo que se conoce, ufana de ser el centro en el que se refleja el espejo mismo de aquello que no tiene referencia.

Así, la realidad se aliaría con los sucesos y con lágrimas de agua pura, daría vida a la mente, una mente en plenitud de tiempo y espacio, capaz de soñar y de crear, así como de mirar por sí misma el espectáculo maravilloso de su propio ser.  La mente suprema toca con sus pies, la primera tierra, y el génesis de la humanidad se prendió como un fuego voraz que arrasó con la lontananza, pintándola con nuevos y brillantes colores.  El tiempo cobijando el desenlace, fue el mentor que dio a los seres y la naturaleza la sabiduría para hallar su camino, y entonces el destino, forjado de la miel agridulce, cabalgaría como una sombra plateada a un lado de la mente suprema, cuidando sus pasos.

Un día de nostalgia, muchos años después de los acontecimientos citados, la mente suprema tuvo paz y aprovechando la paciencia y la sapiencia se dio a la tarea de guardar en un rincón recóndito del universo, una hoja de árbol, dicha hoja sería la narradora solitaria de la historia no contada, aquella que dio vida a la existencia. Habiendo guardado la hoja en su escondite, la mente suprema se fue para continuar con sus días, esperando que algún día, alguien pudiera encontrarla, quizá ese sería el momento en el cual nuevamente los astros cantarían y las esferas iluminarían el firmamento.

En ese momento nacería la Biblioteca Estelar...